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domingo, 26 de febrero de 2012

Consultas sobre Sistema Nervioso


¿Por qué a veces no podemos recordar algo de todos los días, como un nombre o simplemente dónde dejamos las llaves?
Porque la memoria es selectiva con la información que desea almacenar, si no estaría aturdida. El olvido o la falta de memoria en los hechos cotidianos son producidos por una excesiva tensión y no tiene ningún sentido hacer de ellos un análisis permanente.

¿Por qué no siempre recordamos lo que soñamos?
El sueño se produce en una fase que se llama REM (movimiento rápido del ojo) y, desde el punto de vista psicoa-nalítico, uno no recuerda todo lo que sueña porque se reprime, porque se señó muy profundo o porque se lo hice lejos del momento de la vigilia.

¿A qué puede deberse que nos duela la mandíbula aunque no hayamos recibido ningún golpe?
Este dolor puede ser originado por un problema neurálgico, muscular, dental o articular.

¿Por qué, en los días húmedos, la cicatrices duelen más?
En realidad no se sabe, pero se cree que las cicatrices al estar más expuest:as son las primeras en sentir el cambio hidroelectrolítlco del organismo, es decir, la percepción que hace el termómetro del cuerpo.

domingo, 19 de febrero de 2012

La infelicidad


Es fácil constatar cómo esta guerra de la Imagen y de las apariencias, desencadenada en la morbosa tendencia de los hombres a compararse con los otros, no los hace del todo felices. "La infelicidad consiste en hacer comparaciones" decía el filósofo Spinoza.

Calcular todo lo más y todo lo menos -quedando fascinados por lo más de los otros y sufriendo por lo menos de uno- es una de las actitudes más estúpidas: no sólo es totalmente vana sino que también impide mirar hacia adentro de uno e Interrogarse seriamente acerca de los fundamentos de las propias elecciones y preferencias.

De allí, que todos los yo aquí, yo allá con que nos presentamos ante los otros son usualmente otras tantas falsas certezas que deberían ser revisadas y cuestionadas. Nuestro minúsculo o pomposo Yo, se protege así de la angustia existencia!, pero al mismo tiempo nos impide conocer nuestra verdadera naturaleza -que va más allá de la reluciente imagen que proyectamos de nosotros- y , de este modo, nos impide tomar conciencia de nuestros reales deseos.

Para saber qué es lo que uno quiere es necesario saber que es lo que uno es: las dos cosas van de la mano. Es inevitable pensar que los hombres se engañan a si mismos, escribía Freud. Mientras ellos se esfuerzan por conseguir placer, éxito, riqueza -o mientras lo miran en los otros- están subordinando los verdaderos valores de la vida. El sufrimiento nos amenaza desde tres lugares: sobre el cuerpo, con el dolor y la enfermedad; desde el mundo externo, con su carga de angustia, y finalmente en nuestras relaciones con ios otros.

Nosotros no tenemos el control completo de nuestro cuerpo ni de nuestro medio ambiente. Pero, en lo que respecta a nuestra relación con los demás, sucede todo lo contrario: podemos y debemos intervenir. Sin embargo lo que sucede generalmente es que por ignorancia o por ceguera nosotros mismos nos convertimos en los artífices de nuestra propia desventura.

Las consecuencias se hacen presentes, por ejemplo, cuando confundimos lo que creíamos querer con lo que queríamos verdaderamente. En estos casos lo que está garantizado es la insatisfacción crónica. A menos que uno se decida a tomar el toro por las astas y hacer algo para cambiar. Y como no se puede cambiar lo que no se conoce resulta útil seguir el consejo de Spinoza que reza: Conócete a ti mismo.

Existen individuos que parecen atraer a la mala suerte: cada uno de sus días y toda su existencia son un elenco de contrariedades, imprevistos y desgracias. Puras desgracias, afirma alguien comentando su propias desventuras. No, la culpa es sólo mía porque fue hecho así, opina otro. Estas dos posturas fundamentales, que en mayor o menor medida son muy comunes, esconden jn temor radical: el de aceptar la pro-oia responsabilidad.

En todas las circunstancias de la vida, uno siempre tiene un cierto margen, por muy estrecho que fuere, de posibilidad de elección. Algo muy difícil de aceptar, por cierto es la ¡dea de que todas nuestras dificultades sean simplemente frutos de la desgracia.

Elisa por ejemplo, está atravesando un período negro: el marido la ha dejado por otra mujer, la señora de ¡a limpieza se fue sin previo aviso, su hija de tres años, no duerme bien y rechaza la comida. Finalmente para com-oletar el cuadro su adorado perro esta afectado por una grave enfermedad de los huesos.

domingo, 12 de febrero de 2012

Mandarina


Propiedades

Buena fuente de vitaminas B y C, así como de bioflavonoides. Buena fuente de folato

Información nutricional

Ración: 1 mandarina (80 g)
• Calorías: 40 Grasa: 0.4 g
• Colesterol: 0 mg Sodio: 0 mg
• Carbohidratos: 12 g Fibra: 2 g
• Azúcares: 9 g Proteínas: 1 g

La mandarina hace referencia a su origen oriental, ya que fue el único de los cítricos que llegó directamente desde China a Europa, en el siglo XIX. Tiene más contenido de agua que sus congéneres, a la vez que menos hidratos de carbono o azúcares.

Aporta menos vitamina C que la naranja pero su sabor más aromático y la facilidad para quitar su piel y separar sus gajos, la convierten en una de las preferidas.

Licuado multivitamínico

Mezclar en la licuadora un vaso de leche, una banana, dos mandarinas, miel o azúcar a gusto. Puede agregar dos cucharadas de avena.

Más articulos informativos sobre vitaminas:

vitaminas complejo b
vitamina c
vitamina b12
vitamina e
vitaminas funciones

domingo, 5 de febrero de 2012

Consejos de salud para el Verano


Hidrate el cuerpo con más frecuencia.
Está comprobado que un jugador de básquet, por ejemplo -si no toma líquidos- al cabo de una hora de juego errará casi un 30 por ciento más que si mantuviera sus niveles de hidratación estables. Por eso esta recomendación es muy importante. En verano, la pérdida de líquidos es mayor; y a medida que el organismo se va deshidratando, disminuyen los reflejos, la velocidad muscular y la eficacia en el juego. Tome líquidos cada vez que pueda, sobre todo durante el transcurso de la actividad.

No aplique desodorante sin efectuar antes una profunda limpieza con agua y jabón.
Nuestro cuerpo dispone de dos tipos de glándulas sudoríparas: las ecrinas y las apocrinas. Estas últimas aparecen recién durante la pubertad por el desarrollo hormonal y se concentran en las zonas con vello. Es allí donde se produce el mal olor, porque ciertas bacterias descomponen los elementos químicos excretados por la transpiración. Si no se limpia esta zona previamente con un buen jabón, el desodorante no servirá de nada.

Tome un té frío antes de acostarse.
El tilo, la manzanilla, la pasiflora y la lavanda, son famosas por sus propiedades somníferas. Si usted es de los que les cuesta dormir en verano no dude en prepararse un té frío con cualquiera de estas hierbas.

Beba líquidos en abundancia antes de una actividad física.
Se aconseja beber líquidos hasta media hora antes de realizar una actividad física. Recuerde que los niveles de deshidratación que acompañan a una actividad deportiva en pleno verano son casi el doble que en cualquier otra época del año. Antes de jugar un partido el agua debe estar ligeramente azucarada. Además, esra precaución evita la aparición de calambres o con-tracturas relacionadas con la falta de agua.

Prefiera los ventiladores antes que los sistemas de aire acondicionado.
El ventilador mantiene la sensación de viento refrescante durante toda la noche, en cambio con el aire acondicionado se corre el riesgo de que una vez que baja la temperatura del cuerpo la sensación de tener la garganta inflamada o de frío intenso aumenten en la misma proporción. Las probabilidades de contraer un catarro son mayores si se utiliza un aire acondicionado sin regulador automático de temperatura.