Para explicar la acción del frío en la presión arterial se puede tomar el ejemplo del estrés. Durante una situación de tensión, agitación o irritabilidad se segregan distintas sustancias químicas. La más conocida es la adrenalina.
Esta sustancia aumenta la presión sanguínea, contrae los vasos, aumenta el ritmo cardíaco y provoca la desregulación del flujo sanguíneo.
Esta sustancia aumenta la presión sanguínea, contrae los vasos, aumenta el ritmo cardíaco y provoca la desregulación del flujo sanguíneo.