Las bajas temperaturas afectan al corazón de la misma manera en que lo hace una emoción brusca: cuando una persona tiene frío o se tensiona, se contraen los vasos sanguíneos de la piel para mantener el calor o por la pulsión eléctrica del sistema nervioso. En el caso de la temperatrua, si el frío es muy intenso (o mejor dicho, la sensación térmica, dado que depende más de la cantidad de abrigo que se lleve que del registro meteorológico) también se reduce el calibre de los
vasos sanguíneos del corazón, produciendo la disminución del flujo de sangre que llega a ese órgano. Este síntoma puede desembocar en una insuficiencia coronaria, y si el proceso se repite durante muchos días invernales, probablemente se terminaría en un infarto o una arritmia.
vasos sanguíneos del corazón, produciendo la disminución del flujo de sangre que llega a ese órgano. Este síntoma puede desembocar en una insuficiencia coronaria, y si el proceso se repite durante muchos días invernales, probablemente se terminaría en un infarto o una arritmia.