Las más modernas investigaciones han confirmado leí poder protector de la salud de los antioxidantes, especialmente las vitaminas C, E y la provitamina A, el beta-caroteno. Estos nutrientes protegen las células del daño de los radicales libres. Estos últimos son formas de oxígeno que, una vez dentro del cuerpo, se transforman en moléculas de alto poder oxidante.
Los radicales libres se incorporan a nuestro organismo a través de varios factores: el esmog, y el humo del tabaco. El cuerpo humano posee varios sistemas de limpieza para sacarse de encima los oxidantes. ¿Cómo? Simple: agrega la cantidad de hidrógeno que hace falta al oxígeno que anda suelto por ahí y lo transforma en agua.
El problema radica en que, por día -y los fumadores sobre todo- incorporamos tanta cantidad de radicales libres que el cuerpo no tiene capacidad de respuesta para limpiarbs a todos. La mejor solución, entonces, es incorporar al organismo un eficaz antioxidante que ayude a terminar la tarea de limpieza.
Uno de los mejores conocidos hasta ahora es la Vitamina E. Dos importantes estudios demostraron que la vitamina E puede proteger contra enfermedades cardíacas. El Estudio de Apoyo de Profesionales de la Salud, conducido por el Colegio de Harvard de Salud Pública, ha evaluado que alrededor de 40.000 profesionales de la salud entre 40 y 75 años al principio estaban expuestos a enfermedades coronarias y desórdenes cardíacos.
Luego de ajustar los factores de riesgo y el uso de multi-vitaminas, el estudio encontró que aquellos que habían tomado suplementos de vitamina E redujeron su riesgo de enfermedades cardíacas en un 40 por ciento. Y mientras algunos expertos creen que la vitamina antioxidante C ayuda a luchar contra los síntomas del resfrío, y puede ayudar a prevenir las enfermedades cardíacas, nuevas investigaciones demostraron que esta vitamina esencial tiene otra importante función: ayuda a prevenir las cataratas.
Un estudio canadiense de enfermos de cataratas, de la Universidad Tufts, mostró que individuos con uno o dos diferentes tipos de esta debilitante enfermedad ocular había bajado los niveles de vitamina C y betacaroteno en la sangre. Nuevas investigaciones han mostrado también que el antioxidante Betacaroteno, -del cual ya se sabe que podría disminuir el riesgo de cáncer de pulmón- también puede ser útil para controlar enfermedades cardíacas.
En un estudio seguido durante diez años por la Escuela Médica de Harvard en 22.000 hombres doctores, aquellos que tenían una historia de enfermedades cardíacas y tomaron 50 miligramos de beta caretono cada día, redujeron a la mitad el riesgo de enfermedades cardíacas y las consecuencias relacionadas con el mismo, como un ataque.
Los antioxidantes continúan en la mira de los científicos también por varios otros nutrientes. Un número de estudios muestra que el ácido fólico, una variedad de la vitamina B, disminuye el riesgo de defectos de nacimiento en la válvula neural durante el embarazo, ayuda a la defensa del cáncer cervical, y puede evitar la aparición de tumores en el pulmón y los ataques cardíacos.
El Calcio, un nutriente bien conocido por prevenir la debilidad de los huesos en combinación con la vitamina D, ha demostrado también beneficios de prevención. Investigaciones preliminares indican que el calcio también puede disminuir las probabilidades de contraer enfermedades del colon y reduce la hipertensión en mujeres embarazadas. Y el ginseng, una hierba con una larga historia de uso en China, está bajo estudio como un posible inhibidor de malformaciones malignas.