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lunes, 24 de enero de 2011

La importancia de comer Pescados


No somos grandes consumidores de pescado, a pesar de tener una costa marítima tan extensa y unos ríos tan provistos de algunas especies muy ricas. Por ser un alimento de calidad, reemplazar regularmente un plato de carne por uno de pescado es muy beneficioso. Debería participar en nuestra alimentación, por lo menos, una vez por semana.

Como la carne vacuna, el pescado es muy rico en proteínas de alto valor alimenticio; pero el pescado es casi siempre menos graso que la carne y por lo tanto tiene menos calorías. La grasa presente en el pescado es rica en ácidos polinsaturados, que tienen una influencia favorable sobre la tasa de colesterol en la sangre, reduce la tensión arterial y la viscosidad de la sangre, atenúa la formación de coágulos y, por consiguiente, regulariza el pulso.

Como todos los productos de mar, el pescado es rico en yodo, elemento importante para el buen funcionamiento de la tiroides. Es rico en selenio, elemento que juega un rol en el mecanismo de defensa del organismo contra diversas formas de cáncer. Agreguemos a todo esto que el pescado es muy digestivo y que no necesita —de ninguna manera— una preparación larga y complicada.

Si el pescado es fresco y se come cocinado, no existe, prácticamente, ningún inconveniente para consumirlo. El pescado, también, es rico en aminoácidos. A medida que se degrada se transforma en histamina. Esta sustancia, igualmente presente en el vino, los quesos maduros y el tomate, puede, en altas dosis, provocar reacciones diversas: dolor de cabeza, vértigos, urticarias, perturbaciones de la tensión y vómitos.

Los pescados de mar y los de agua dulce son diferentes y distinguibles. Un cierto número de especies, como los salmones y las anguilas, pasan una parte de su vida en el mar y otra en agua dulce. Los principales pescados de agua dulce son la trucha, el surubí, el patí, el pacú, el dorado y el pejerrey; pero la mayoría de los pescados que se venden en pescaderías en todo el país son de mar.

El hecho de que vivan en agua de mar o en agua dulce no tiene ninguna importancia sobre la tasa de sal de la carne de pescado.

Evite comprar pescado no conservado en hielo. En su casa coloque enseguida el pescado en la heladera. Si no lo puede comer el mismo día, vigile que la temperatura no sea superior a 4o C. Si hay congelador las piezas pueden conservarse por 2 o 3 meses para pescados grasos y de 6 a 8 para los magros. No es necesario descongelar el pescado antes de prepararlo. Si lo descongela utilícelo ese día; no lo vuelva a congelar.

viernes, 29 de enero de 2010

Pescado


Los minerales que aporta el pescado previene enfermedades

Consumir regularmente pescado puede prevenir distintos tipos de dolencias. No todos son grandes consumidores de pescado. Por ser un alimento de calidad, reemplazar regularmente un plato de carne por uno de pescado es muy beneficioso. Debería participar en nuestra alimentación, por lo menos, una vez por semana.

Como la carne vacuna, el pescado es muy rico en proteínas de alto valor alimenticio; pero el pescado es casi siempre menos graso que la carne y por lo tanto tiene menos calorías. La grasa presente en el pescado es rica en ácidos poliinsaturados, que tienen una influencia favorable sobre la tasa de colesterol en la sangre, reduce la tensión arterial y la viscosidad de la sangre, atenúa la formación de coágulos y, por consiguiente, regulariza el pulso.

Como todos los productos de mar, el pescado es rico en yodo, elemento importante para el buen funcionamiento de la tiroides. Es rico en selenio, elemento que juega un rol contra diversas formas de cáncer. Agreguemos a todo esto que el pescado es muy digestivo y que no necesita una preparación larga y complicada.

Si el pescado es fresco y se come cocinado, no existe, prácticamente, ningún inconveniente para consumirlo. El pescado, también, es rico en aminoácidos. A medida que se degrada se transforma en histamina. Esta sustancia, igualmente presente en el vino, los quesos maduros y el tomate, puede, en altas dosis, provocar reacciones diversas: dolor de cabeza, vértigos, urticarias, perturbaciones de la tensión y vómitos.

Los pescados de mar y los de agua dulce son diferentes y distinguibles. Un cierto número de especies, como los salmones y las anguilas, pasan una parte de su vida en el mar y otra en agua dulce. Los principales pescados de agua dulce son la trucha, el surubí, el patí, el pacú, el dorado y el pejerrey. El hecho de que vivan en agua de mar o en agua dulce no tiene ninguna importancia sobre la tasa de sal de la carne de pescado.

Evite comprar pescado no conservado en hielo. En su casa coloque enseguida el pescado en la heladera. Si no lo puede comer el mismo día, vigile que la temperatura no sea superior a 4ºC. Si hay congelador las piezas pueden conservarse por 2 o 3 meses para pescados grasos y de 6 a 8 para los magros. No es necesario descongelar el pescado antes de prepararlo. Si lo descongela utilícelo ese día; no lo vuelva a congelar.