Se lo considera uno de los alimentos "milagrosos" simplemente por concentrar una cantidad altísima de vitaminas del complejo B. La levadura bien podría reemplazarse por comprimidos vitamínicos de este complejo para vencer el estrés, el cansancio mental, la falta de concentración o para reducir la irritabilidad nerviosa y la depresión. Pero es mucho más económica que los comprimidos y, además, tratándose de un producto natural, ofrece estos nutrientes en la proporción justa.
La vitamina B actúa directamente sobre el sistema nervioso. Las embarazadas deben comer alimentos ricos en ésta, precisamente para que el bebé en gestación desarrolle un sistema nervioso saludable y sin problemas que afecten en el futuro a su capacidad intelectual.
Las personas que desarrollan una tarea intelectual intensa como los profesores, estudiantes —y mucho más en épocas de exámenes— y los profesionales también suelen necesitar dosis superiores de vitaminas del complejo B.
Lo mismo ocurre en situaciones difíciles como duelos, separaciones, mudanzas o estados de sobreexigencia emocional. Y se sospecha que los alcohólicos también carecen de vitamina B por el deterioro que el alcohol produce en las neuronas cuando se toman bebidas en exceso.
Existen también síntomas de carencia de este nutriente: la irritabilidad nerviosa, sin causa que la justifique, es una clara señal de que falta vitamina B en el organismo. Y si se toman alimentos ricos en ésta (o suplementos) se verá que al cabo de una o dos semanas el nerviosismo desaparece de manera casi milagrosa.
Algunos pediatras acostumbran recetar vitamina B cuando una madre consulta por su bebé o niños pequeños que no pueden dormir, especialmente si se observa que el chiquito acostumbra ponerse nervioso y es difícil controlar sus berrinches. La levadura es una fuente insustituible de todo el complejo, y todas —la Bb B2, B3, B6, B12, ácido fólico— tienen funciones específicas y complementarias en el sistema nervioso, las funciones intelectuales y el equilibrio orgánico.
La levadura de cerveza son microorganismos de la especie de los hongos que habitan normalmente en el medio ambiente y se utilizan para fermentar el kéfir —el yogur de los árabes—, la cerveza y el vino. Pero tiene también usos alimenticios que datan de tiempo atrás. Fue usada por los babilonios, egipcios y griegos, e inclusive, Hipócrates mencionaba el uso de la levadura como uno de los medicamentos naturales al alcance del ser humano.
La vitamina B actúa directamente sobre el sistema nervioso. Las embarazadas deben comer alimentos ricos en ésta, precisamente para que el bebé en gestación desarrolle un sistema nervioso saludable y sin problemas que afecten en el futuro a su capacidad intelectual.
Las personas que desarrollan una tarea intelectual intensa como los profesores, estudiantes —y mucho más en épocas de exámenes— y los profesionales también suelen necesitar dosis superiores de vitaminas del complejo B.
Lo mismo ocurre en situaciones difíciles como duelos, separaciones, mudanzas o estados de sobreexigencia emocional. Y se sospecha que los alcohólicos también carecen de vitamina B por el deterioro que el alcohol produce en las neuronas cuando se toman bebidas en exceso.
Existen también síntomas de carencia de este nutriente: la irritabilidad nerviosa, sin causa que la justifique, es una clara señal de que falta vitamina B en el organismo. Y si se toman alimentos ricos en ésta (o suplementos) se verá que al cabo de una o dos semanas el nerviosismo desaparece de manera casi milagrosa.
Algunos pediatras acostumbran recetar vitamina B cuando una madre consulta por su bebé o niños pequeños que no pueden dormir, especialmente si se observa que el chiquito acostumbra ponerse nervioso y es difícil controlar sus berrinches. La levadura es una fuente insustituible de todo el complejo, y todas —la Bb B2, B3, B6, B12, ácido fólico— tienen funciones específicas y complementarias en el sistema nervioso, las funciones intelectuales y el equilibrio orgánico.
La levadura de cerveza son microorganismos de la especie de los hongos que habitan normalmente en el medio ambiente y se utilizan para fermentar el kéfir —el yogur de los árabes—, la cerveza y el vino. Pero tiene también usos alimenticios que datan de tiempo atrás. Fue usada por los babilonios, egipcios y griegos, e inclusive, Hipócrates mencionaba el uso de la levadura como uno de los medicamentos naturales al alcance del ser humano.
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