En el campo de la medicina natural, las interacciones son más a menudo asociados con una interacción potencialmente dañina entre los suplementos dietéticos y medicamentos recetados. Esta es una preocupación razonable de que se tome en serio por tanto alternativo como convencionalmente entrenados profesionales de la medicina. Pero hay más en esta historia que sólo la interacción de drogas / medicamentos / alimentos, los conflictos de hierbas y drogas / nutrientes. Incluso el más promoción de la salud alimentos y suplementos son capaces de presentar contraindicaciones bajo ciertas circunstancias.
Si usted va al supermercado y leer la sección refrigerada, lo más probable es encontrar productos que cuentan con una clase de productos químicos naturales conocidos como fitoesteroles. Todo, desde jugo de fruta al yogur se está fortificada con estos compuestos a base de plantas que han sido científicamente demostrado para reducir el colesterol LDL ("colesterol malo"). Los fitosteroles son de estructura similar a la del colesterol y por lo tanto inhiben parcialmente la absorción del colesterol a partir de fuentes dietéticas.
Para la gran mayoría de los consumidores, los fitosteroles se consideran un complemento razonablemente eficaz y segura a los regímenes de lípidos dietéticos y prescripto para disminuir. Hay dos advertencias principales de este reconocimiento general. Un porcentaje muy pequeño de personas que tienen una condición genética conocida como fitoesterolemia en el que los esteroles vegetales se abren camino en el torrente sanguíneo y en realidad contribuyen a la enfermedad cardiovascular. Para la gran mayoría de los usuarios de esteroles, mi principal preocupación tiene que ver con un creciente cuerpo de evidencia de que estos aditivos alimentarios interferir con la absorción de nutrientes solubles en grasa.
Los investigadores han sabido por mucho tiempo que la absorción de los carotenoides (alfa y beta caroteno, licopeno) y nutrientes seleccionados (Vitaminas A y E) se ve afectada por la administración concomitante de alimentos enriquecidos con fitoesteroles o suplementos. Ahora, una investigación reciente con animales presentó en junio de 2011 de la revista Nutrición Molecular e informes de Investigación de Alimentos que los fitosteroles pueden disminuir la biodisponibilidad de vitamina D3 hasta en 15 veces. Aunque preliminar, estos datos sugieren que los suplementos de vitamina D debería hacerlo aparte de las comidas que contienen esteroles vegetales añadidos.
Durante las últimas décadas, el debate se ha desatado entre los defensores de la soja en contra ya favor. En el meollo de esta pelea científica es el impacto relativo del consumo de soja en relación al riesgo de cáncer. El cáncer de mama y el cáncer de próstata han recibido la parte del león de la atención en este campo, ya que su desarrollo y propagación está parcialmente determinada por las hormonas sexuales. La soja es una fuente abundante de fito o estrógenos vegetales y ha sido, pues, bajo un escrutinio significativo.
La investigación actual se presenta en la revista Nutrition and Cancer parece aclarar algunos de los misterios sobre la soja. En el estudio doble ciego, controlado con placebo, de 30 mujeres posmenopáusicas se les pidió que ingerir una ración diaria de polvo de proteína de soja.
La mitad de los participantes se le dio también un placebo, y el resto un gramo 5 / día porción de un extracto de algas marinas (Alaria esculenta) en el transcurso de 7 semanas. Antes y después de las muestras de sangre revelan que la soja más grupo placebo mostraron aumentos significativos en una hormona anabólica conocida como IGF-1 o 1 similar a la insulina factor de crecimiento que se cree que aumentan el riesgo de cáncer de mama.
Curiosamente, la adición de algas marinas para la administración de suplementos de soja bloquearon el incremento de IGF-1 en un 40%. En las culturas tradicionales asiáticas, las algas y la soja son comúnmente una parte regular de la dieta. Este nuevo estudio y las investigaciones anteriores sugieren que la inclusión de algas en la dieta también puede "alterar favorablemente el metabolismo de los estrógenos y fitoestrógenos".
Más investigación es ciertamente pidió pero, mientras tanto, parece que la inclusión de una cantidad moderada de algas marinas puede mejorar el perfil de seguridad de soja. Una nota de precaución, algunas algas pueden ser muy altos en yodo y, en raras ocasiones, puede conducir a la disfunción tiroidea. La variedad de alga usada en los estudios anteriormente mencionados contribuyeron aproximadamente 475 mcg de yodo / día.
Los hombres también deben ser conscientes de que el IGF-1 se cree que juega un papel importante en el cáncer de próstata (PC). La soja ha demostrado promesa considerable con respecto a la prevención y tratamiento PC inhibiendo la proliferación de células cancerosas y diseminarse. Lo que es más, las isoflavonas de soja puede muy bien sensibilizar a las células PC a los efectos terapéuticos de la radioterapia al mismo tiempo proteger el tejido sano circundante. Hasta ahora, no se ha determinado si la adición de algas marinas que proporcionan un beneficio adicional en los hombres.
Si usted va al supermercado y leer la sección refrigerada, lo más probable es encontrar productos que cuentan con una clase de productos químicos naturales conocidos como fitoesteroles. Todo, desde jugo de fruta al yogur se está fortificada con estos compuestos a base de plantas que han sido científicamente demostrado para reducir el colesterol LDL ("colesterol malo"). Los fitosteroles son de estructura similar a la del colesterol y por lo tanto inhiben parcialmente la absorción del colesterol a partir de fuentes dietéticas.
Para la gran mayoría de los consumidores, los fitosteroles se consideran un complemento razonablemente eficaz y segura a los regímenes de lípidos dietéticos y prescripto para disminuir. Hay dos advertencias principales de este reconocimiento general. Un porcentaje muy pequeño de personas que tienen una condición genética conocida como fitoesterolemia en el que los esteroles vegetales se abren camino en el torrente sanguíneo y en realidad contribuyen a la enfermedad cardiovascular. Para la gran mayoría de los usuarios de esteroles, mi principal preocupación tiene que ver con un creciente cuerpo de evidencia de que estos aditivos alimentarios interferir con la absorción de nutrientes solubles en grasa.
Los investigadores han sabido por mucho tiempo que la absorción de los carotenoides (alfa y beta caroteno, licopeno) y nutrientes seleccionados (Vitaminas A y E) se ve afectada por la administración concomitante de alimentos enriquecidos con fitoesteroles o suplementos. Ahora, una investigación reciente con animales presentó en junio de 2011 de la revista Nutrición Molecular e informes de Investigación de Alimentos que los fitosteroles pueden disminuir la biodisponibilidad de vitamina D3 hasta en 15 veces. Aunque preliminar, estos datos sugieren que los suplementos de vitamina D debería hacerlo aparte de las comidas que contienen esteroles vegetales añadidos.
Durante las últimas décadas, el debate se ha desatado entre los defensores de la soja en contra ya favor. En el meollo de esta pelea científica es el impacto relativo del consumo de soja en relación al riesgo de cáncer. El cáncer de mama y el cáncer de próstata han recibido la parte del león de la atención en este campo, ya que su desarrollo y propagación está parcialmente determinada por las hormonas sexuales. La soja es una fuente abundante de fito o estrógenos vegetales y ha sido, pues, bajo un escrutinio significativo.
La investigación actual se presenta en la revista Nutrition and Cancer parece aclarar algunos de los misterios sobre la soja. En el estudio doble ciego, controlado con placebo, de 30 mujeres posmenopáusicas se les pidió que ingerir una ración diaria de polvo de proteína de soja.
La mitad de los participantes se le dio también un placebo, y el resto un gramo 5 / día porción de un extracto de algas marinas (Alaria esculenta) en el transcurso de 7 semanas. Antes y después de las muestras de sangre revelan que la soja más grupo placebo mostraron aumentos significativos en una hormona anabólica conocida como IGF-1 o 1 similar a la insulina factor de crecimiento que se cree que aumentan el riesgo de cáncer de mama.
Curiosamente, la adición de algas marinas para la administración de suplementos de soja bloquearon el incremento de IGF-1 en un 40%. En las culturas tradicionales asiáticas, las algas y la soja son comúnmente una parte regular de la dieta. Este nuevo estudio y las investigaciones anteriores sugieren que la inclusión de algas en la dieta también puede "alterar favorablemente el metabolismo de los estrógenos y fitoestrógenos".
Más investigación es ciertamente pidió pero, mientras tanto, parece que la inclusión de una cantidad moderada de algas marinas puede mejorar el perfil de seguridad de soja. Una nota de precaución, algunas algas pueden ser muy altos en yodo y, en raras ocasiones, puede conducir a la disfunción tiroidea. La variedad de alga usada en los estudios anteriormente mencionados contribuyeron aproximadamente 475 mcg de yodo / día.
Los hombres también deben ser conscientes de que el IGF-1 se cree que juega un papel importante en el cáncer de próstata (PC). La soja ha demostrado promesa considerable con respecto a la prevención y tratamiento PC inhibiendo la proliferación de células cancerosas y diseminarse. Lo que es más, las isoflavonas de soja puede muy bien sensibilizar a las células PC a los efectos terapéuticos de la radioterapia al mismo tiempo proteger el tejido sano circundante. Hasta ahora, no se ha determinado si la adición de algas marinas que proporcionan un beneficio adicional en los hombres.
