EL BRONCEADOR NATURAL
Como sabemos, muchos procesos orgánicos se manifiestan a flor de piel y uno de ellos es el del bronceado de la epidermis, cuando nos exponemos a los rayos del sol.
El cobre interviene en este proceso -la biosíntesis del tejido conjuntivo- junto a la tiroxinasa, enzima que ayuda a transformar a la tiroxina (aminoácido presente en el organismo) en melanina, un pigmento que se halla en la piel, las mucosas y los cabellos y que actúa como agente protector contra los rayos ultravioletas.
Las mismas fibras colágenas y elásticas, formadoras del tejido cartilaginoso y de las paredes de los vasos sanguíneos, responden a la elasticidad de la piel.
Por esa relación directa con el revestímiento del cuerpo humano, el cobre también ha sido asociado con la vitamina A en el tratamiento del acné y otras dermatitis, con buenos resultados. Las pruebas demuestran, además, que la deficiencia de cobre conduce a la pérdida de la coloración en el cabello.
Como sabemos, muchos procesos orgánicos se manifiestan a flor de piel y uno de ellos es el del bronceado de la epidermis, cuando nos exponemos a los rayos del sol.
El cobre interviene en este proceso -la biosíntesis del tejido conjuntivo- junto a la tiroxinasa, enzima que ayuda a transformar a la tiroxina (aminoácido presente en el organismo) en melanina, un pigmento que se halla en la piel, las mucosas y los cabellos y que actúa como agente protector contra los rayos ultravioletas.
Las mismas fibras colágenas y elásticas, formadoras del tejido cartilaginoso y de las paredes de los vasos sanguíneos, responden a la elasticidad de la piel.
Por esa relación directa con el revestímiento del cuerpo humano, el cobre también ha sido asociado con la vitamina A en el tratamiento del acné y otras dermatitis, con buenos resultados. Las pruebas demuestran, además, que la deficiencia de cobre conduce a la pérdida de la coloración en el cabello.