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sábado, 8 de octubre de 2011

Cobre - mineral esencial en la salud


UN MINERAL MULTIUSO

El cobre es esencial para la asimilación de la vitamina C y su ausencia provoca que las sustancias encargadas de determinadas funciones queden sencillamente desactivadas.

Participa en más de un centenar de reacciones químicas (procesos enzimáticos) dentro y fuera de las células, como componente de las mismas y como auxiliar del trabajo de las enzimas, por lo cual es conocido en este último caso como coenzima.

El ejemplo de la serubplasmina es bien significativo, ya que se trata de una enzima que contiene cobre, oxida el ácido ascórbico, estimula los linfocitos B o T y ayuda a la formación de transferrina, una sustancia encargada de transportar hierro a la médula ósea.

Allí son fabricados los hematíes, células de la sangre que contienen hemoglobina, una proteína colorante altamente combinable con el oxígeno cuya función consiste en ventilar los tejidos. Cuando falta cobre, en consecuencia, se produce un déficit de hierro que compromete la producción de hematíes y, como resultado, disminuye el oxígeno en las células.

martes, 15 de febrero de 2011

Los Oligoelementos - Escudos Protectores de la Salud


OLIGOELEMENTOS: LOS ESCUDOS PROTECTORES
Cuando hay un déficit de aporte en zinc, se comprueba en los anímales una atrofia de los órganos Imfoides, aquellos donde se concentran los linfocitos T, agentes inmunitarios de una alta actividad.

En el hombre, quienes tienen déficit de zinc, presentan siempre infecciones de más larga duración. Y desde que se sabe que las heridas y quemaduras cicatrizan más rápido gracias a los aportes de zinc, por vías generales o locales, se concluyó definitivamente que este oligometal, es digno de tenerse en cuenta en todos los casos de infecciones, principalmente las de la piel. Las infecciones cutáneas en invierno generalmente atacan muy fuerte.

Esto sucede en buena medida por el hecho de que en la estación fría se transpira menos: Y se sabe que la transpiración lleva anticuerpos que protegen a los tejidos cutáneos. En la lucha antinfecciosa hay otros oligoelementos que nos pueden ayudar. El selenio por ejemplo, sobre todo asociado a la vitamina E refuerza las respuestas inmunitarias posterior a las vacunaciones.

En oligoterapia, las prevenciones de infecciones se efectúan por la prescripción de manganeso, cobre o de calcio, cobre, zinc, a razón de dos veces por semana y en alternancia antes del invierno. El magnesio que no imita sus efectos al sólo dominio neuromuscular se considera muy útil para prevenir las infecciones virales, en particular la gripe. Además refuerza la actividad de los macrófagos.

OLIGOELEMENTOS Y MINERALES
- Azufre: Pescados, huevos, quesos, repollo, ajo, rábano,

- Cobre: Frutas secas (nueces y avellanas), champignones, algas.

- Magnesio: Caracoles, legumbres secas, gérmenes de cereales, frutas secas, chocolate, bananas.

- Manganeso: Yema de huevo, gérmenes de cereales, remolacha, soja.

- Selenio: Caracoles, pescados, crustáceos, cereales integrales, cebollas, ananás.

- Zinc: Cereales germinados (brotes de soja, alfalfa, etc.) levadura de cerveza, espinacas, champignones, quesos.

Nota: En este cuadro solamente figuran los alimentos cuyas cantidades de vitaminas u oligoelementos son más altas en promedio que en el resto

lunes, 31 de enero de 2011

Proteínas, vitaminas y minerales


Un bebé recién nacido tiene un esqueleto prácticamente cartilaginoso. Sólo tiene unos pocos focos osificados, a partir de los cuales irá sustituyendo los tejidos de cartílagos por huesos calcificados. Pero todo esto debe ir ayudado por una buena alimentación.

Proteínas, vitaminas y minerales como nutrientes básicos en la alimentación diaria de los chicos. Esta es la manera más eficaz y natural de estimular el crecimiento de los huesos infantiles. Sin los nutrientes básicos el desarrollo será insuficiente.

Entre los minerales, el calcio es el más importante ya que constituye el 50 por ciento de la masa ósea, y en la pubertad, antes de los clásicos estirones que preceden a la adolescencia, el aporte calcico se debe duplicar. Lo mismo ocurre con las mujeres embarazadas, ya que gran parte del calcio de la estructura ósea de la mujer va a ser utilizado para la formación del bebé en gestación.

El aporte de calcio en los niños o embarazadas se realiza en cantidades más que suficientes a través de la leche y todos sus derivados, sin necesidad de recurrir a pastillas o medicamentos. Como norma general se calcula que medio litro de leche diario o un yogur y dos vasos de leche o un vaso de leche y una porción de queso son suficientes, pero todos los días.
Esto se debe completar con una dieta variada que incluya carnes, pescados, todas las verduras, frutas y cereales integrales, poniendo especial énfasis en el fósforo, casi tan importante como el calcio, presente en zanahorias, bananas, cereales y arvejas.

Tomar sol es fundamental. Aunque parezca mentira, los rayos solares aportan vitamina D, y su función especifica es la de "fijar" el calcio y metabolizarlo en la masa ó-sea. Sin vitamina D el calcio no se absorbe como debe ser. Claro que no es necesario que esté muchas horas al día bajo los rayos del sol: con dejar jugar al niño un rato cada día al aire libre o en una plaza, recibirá la cuota necesaria de vitamina D. Aunque el crecimiento depende en gran medida de la salud alimentaria de los chicos, la estatura no es signo de perfección ni equilibrio orgánico. La medida de altura se hereda de los padres, tanto como la constitución.

Un chico de padres bajos y contextura ancha y fuerte, difícilmente logrará, de grande, una figura longilínea por más que se someta a dietas estrictas y muchas horas diarias de deportes, pero la actividad física a diario iniciada de pequeño ayudará a lograr un poco más de esbeltez, mejor que si no hiciera deportes.

Hay profesionales que promocionan el uso de hormonas de crecimiento para estimular el desarrollo en hijos de personas bajas. Estos tratamientos son un arma de doble fijo, dicha hormona actúa en el delicado sistema endocrino, un complejo mecanismo de sustancias químicas producidas por el organismo, que si se altera con el agregado de una cuota extra de alguna de dichas sustancias —en este caso la hormona de crecimiento—, el desequilibrio endocrino puede dar lugar a serios dolores de cabeza.

Son muy efectivos si se aplican en niños de crecimiento defectuoso o alterado y donde se encuentra explícitamente la falla endocrina. Pero estos tratamientos no son aptos en niños normales sólo con el fin de que, caprichosamente, sean un poco más altos.

Alrededor de los veinte años el crecimiento cesa. La hormona de crecimiento que años antes era la responsable de los grandes estirones, a esta edad, se ocupa de la desaparición del cartílago de crecimiento, situado cerca de los extremos de los huesos, consistente en una porción de tejido que a lo largo de los años hace que los huesos crezcan.

domingo, 30 de enero de 2011

Minerales que combaten Enfermedades


El organismo humano es una unidad y, como en el resto de los órganos, todo trastorno de los huesos repercute en la salud general. El punto clave es cuidar la cantidad de calcio de la dieta diaria, aumentando el consumo de leche, queso y yogur. Es conveniente también conocer los síntomas de males óseos que aparecen de manera "silenciosa". Hay que practicar mucha gimnasia.

Un verdadero órgano, como son los huesos, ya que cumplen funciones fundamentales para la salud del ser humano, es en la gran mayoría de los casos desconocido. Esta nota que proponemos tiene por objetivo prevenir los trastornos propios del esqueleto desde la niñez hasta la edad adulta.

Por mencionar algunos de los problemas, podemos citar desviaciones de columna, pie plano, hallus valgo (juanetes), osteoporosis, curvaturas anormales en los huesos de la pierna, espolón calcáneo, etcétera.

Como somos una unidad, cada uno de estos trastornos que se originan en los huesos repercuten en forma general en el organismo, ocasionando diferentes patologías o enfermedades que pueden llegar a prevenirse conociendo las funciones de nuestros huesos y teniendo en cuenta su estructura.

Esta prevención comienza desde el nacimiento hasta la tercera edad inclusive, siendo la nutrición el factor primordial y también actividades físicas o deportivas que estimulan la producción de material óseo.

Un mineral fundamental para la salud de nuestros huesos es el calcio, y siguen en importancia el fósforo y el magnesio, elementos que no deben faltar nunca en nuestra dieta diaria.

Precisamente, el calcio es el 50 por ciento de su material constitutivo; si la dieta es pobre en calcio, nuestro esqueleto se debilita, disminuye en masa ósea y se torna más predispuesto a las fracturas o a sufrir de osteoporosis.

Los recién nacidos tienen un esqueleto compuesto por 350 piezas. De adultos esa cifra disminuye a un total de 206 huesos, ya que muchos de ellos se van fusionando a medida que pasa el tiempo y el esqueleto alcanza su estructura definitiva.

Estos trabajadores silenciosos no paran ni un minuto. Su función no se limita a ser un simple armazón del cuerpo, aunque esto no es poco. Los huesos sirven de apoyo y sujeción, imprescindible para mantener en su lugar a todas las partes blandas del organismo. Su misión, por tal causa, es fundamental para la vida de los seres humanos.

Actúan también como un verdadero escudo protector de los órganos vitales más delicados. Así, la estructura de costillas del tórax protegen de golpes a los pulmones y al corazón.