Una nueva investigación de la Escuela David Geffen de la UCLA de la medicina revela que el consumo diario de jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) afecta el aprendizaje y la memoria en ratas. Este hallazgo ha llevado a una gran cantidad de titulares la semana pasada con títulos como "El azúcar te vuelve idiota". Si exacto, esto puede venir como una sorpresa para nadie que haya encontrado uno o más de los anuncios de televisión financiados por la Asociación de Refinador del maíz. En los anuncios hábilmente producidas, el sentimiento predominante es que el JMAF afecta al cuerpo de la misma manera que cualquier otra fuente de azúcar. De hecho, no hay actualmente un esfuerzo para cambiar el nombre de JMAF a "azúcar de maíz".
El debate sobre el JMAF con frecuencia se calienta bastante, pero yo sólo quiero señalar los hechos como yo los veo. La prueba más concluyente contra el JMAF se puede encontrar en la revisión de los ensayos realizados en animales y seres humanos. Un ejemplo de ello es cómo afecta a JMAF factores de riesgo cardiometabólico. Estudios realizados en ratas indican que el consumo de JMAF aumenta la presión arterial y el azúcar, la grasa corporal, la insulina y los triglicéridos.
Se han obtenido resultados similares en ensayos con voluntarios humanos sanos. Las similitudes en las conclusiones son sorprendentes. Las implicaciones de esta investigación colectiva es que la ingesta regular de JMAF más probable es que eleva el riesgo de desarrollar diabetes y enfermedad cardíaca en adultos y niños.
En la actualidad, no existen pruebas tanto para apoyar un enlace para compartir entre el JMAF y el rendimiento cognitivo en animales y humanos. Sin embargo, sí sabemos que los animales alimentados con una dieta rica en fructosa son propensos a la resistencia a la insulina y alteraciones en la cognición (plasticidad sináptica del hipocampo). Además, de noviembre de 2011 cuestión de la British Journal of Nutrition vinculó el consumo de fructosa habitual a los déficits de aprendizaje y memoria en los adultos mayores que no tienen diabetes.
Aunque preliminar, este dato es suficiente para animar a cualquier persona para evitar el JMAF siempre que sea posible - un buen comienzo es la de limitar el uso de alimentos envasados ??y refinado. JMAF puede o no puede hacer que usted estúpido, pero correr el riesgo de que simplemente no parece ser la cosa más inteligente que hacer.
El debate sobre el JMAF con frecuencia se calienta bastante, pero yo sólo quiero señalar los hechos como yo los veo. La prueba más concluyente contra el JMAF se puede encontrar en la revisión de los ensayos realizados en animales y seres humanos. Un ejemplo de ello es cómo afecta a JMAF factores de riesgo cardiometabólico. Estudios realizados en ratas indican que el consumo de JMAF aumenta la presión arterial y el azúcar, la grasa corporal, la insulina y los triglicéridos.
Se han obtenido resultados similares en ensayos con voluntarios humanos sanos. Las similitudes en las conclusiones son sorprendentes. Las implicaciones de esta investigación colectiva es que la ingesta regular de JMAF más probable es que eleva el riesgo de desarrollar diabetes y enfermedad cardíaca en adultos y niños.
En la actualidad, no existen pruebas tanto para apoyar un enlace para compartir entre el JMAF y el rendimiento cognitivo en animales y humanos. Sin embargo, sí sabemos que los animales alimentados con una dieta rica en fructosa son propensos a la resistencia a la insulina y alteraciones en la cognición (plasticidad sináptica del hipocampo). Además, de noviembre de 2011 cuestión de la British Journal of Nutrition vinculó el consumo de fructosa habitual a los déficits de aprendizaje y memoria en los adultos mayores que no tienen diabetes.
Aunque preliminar, este dato es suficiente para animar a cualquier persona para evitar el JMAF siempre que sea posible - un buen comienzo es la de limitar el uso de alimentos envasados ??y refinado. JMAF puede o no puede hacer que usted estúpido, pero correr el riesgo de que simplemente no parece ser la cosa más inteligente que hacer.
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