La idea de rociar las algas en un batido de proteínas o su distribución en pan tostado, probablemente resulta extraño o simplemente extraño para la mayoría de la gente. Pero, afortunadamente, muchos de los habitantes de agua dulce y el mar no tienen ningún problema con las algas como fuente de alimento esencial. Y, de una manera indirecta, los seres humanos terminan derivando algunos de los beneficios de las algas por el consumo de los peces que un festín con ella.
Algunas de la mayoría de las algas comunes que se utilizan en suplementos dietéticos son: Chlorella vulgaris, Haematococcus pluvialis, Schizochytrium sp y Spirulina platensis. Chlorella y Spirulina se venden generalmente en formas encapsuladas o en polvo que se caracterizan por un profundo tono azul-verdoso. Por el contrario, Haematococcus y Schizochytrium no se parecen mucho a las algas en absoluto. En una forma complementaria, los dos últimos son en su mayoría presentan en aceite llenos geles blandos que contienen antioxidantes valiosos (astaxantina) y ácidos grasos (DHA).
Con tan muchos suplementos en el mercado, usted puede preguntarse por qué deberían preocuparse por otra clase de productos nutracéuticos. La respuesta a esta pregunta se puede encontrar en varios estudios recientes. Si usted o alguien que usted conoce tiene la hepatitis C, utilizando la espirulina ha sido recientemente demostrado que mejora la función hepática y reducir la carga viral con más eficacia que el cardo mariano, una hierba hepatoprotectora popular. La astaxantina, un carotenoide que figura en el Haematococcus, se benefició condición de la piel (contenido de humedad, el nivel de sebo y la aparición de arrugas) cuando se toma por vía oral (6 mg / día) y se aplica tópicamente.
Una dosis diaria de 6 gramos de comprimidos de Chlorella puede mejorar la función inmune y protege contra las infecciones por el aumento del nivel de inmunoglobulina secretora A. Por último, un extracto de ácidos grasos omega 3 Schizochytrium demostrado un efecto positivo sobre la distribución de las lipoproteínas en un grupo de adultos obesos y con sobrepeso en el riesgo de enfermedad cardiaca. En concreto, el aceite DHA de algas rica en aumento de las concentraciones de lípidos saludables, incluyendo el colesterol HDL y reduce la cantidad de colesterol LDL pequeñas y triglicéridos totales. Esta es una noticia especialmente buena para las personas con alergias a los mariscos y los vegetarianos que no optan por el consumo de pescado y el aceite de krill.
Al igual que con la clase casi todos los otros suplementos en el mercado, no todos los estudios que han analizado las algas entregar resultados positivos. Una publicación que aparece en la edición enero 2012 de la Maturitas no demostró beneficios adicionales cuando se combina algas DHA con calcio y vitamina D en mujeres con osteopenia.
En pocas palabras, las de calcio y vitamina D de recibir solo vio las mismas mejoras en la estructura ósea que los que toman los nutrientes, además de 400 mg / día de DHA derivado de algas. Si bien decepcionante, es importante para identificar el verdadero potencial de todos los suplementos. En este caso, el aceite de algas no proporcionó apoyo adicional en relación con la salud ósea. Sin embargo, esta decepción puede dirigir a los investigadores en una dirección diferente que podría producir resultados más positivos en el futuro previsible.
Algunas de la mayoría de las algas comunes que se utilizan en suplementos dietéticos son: Chlorella vulgaris, Haematococcus pluvialis, Schizochytrium sp y Spirulina platensis. Chlorella y Spirulina se venden generalmente en formas encapsuladas o en polvo que se caracterizan por un profundo tono azul-verdoso. Por el contrario, Haematococcus y Schizochytrium no se parecen mucho a las algas en absoluto. En una forma complementaria, los dos últimos son en su mayoría presentan en aceite llenos geles blandos que contienen antioxidantes valiosos (astaxantina) y ácidos grasos (DHA).
Con tan muchos suplementos en el mercado, usted puede preguntarse por qué deberían preocuparse por otra clase de productos nutracéuticos. La respuesta a esta pregunta se puede encontrar en varios estudios recientes. Si usted o alguien que usted conoce tiene la hepatitis C, utilizando la espirulina ha sido recientemente demostrado que mejora la función hepática y reducir la carga viral con más eficacia que el cardo mariano, una hierba hepatoprotectora popular. La astaxantina, un carotenoide que figura en el Haematococcus, se benefició condición de la piel (contenido de humedad, el nivel de sebo y la aparición de arrugas) cuando se toma por vía oral (6 mg / día) y se aplica tópicamente.
Una dosis diaria de 6 gramos de comprimidos de Chlorella puede mejorar la función inmune y protege contra las infecciones por el aumento del nivel de inmunoglobulina secretora A. Por último, un extracto de ácidos grasos omega 3 Schizochytrium demostrado un efecto positivo sobre la distribución de las lipoproteínas en un grupo de adultos obesos y con sobrepeso en el riesgo de enfermedad cardiaca. En concreto, el aceite DHA de algas rica en aumento de las concentraciones de lípidos saludables, incluyendo el colesterol HDL y reduce la cantidad de colesterol LDL pequeñas y triglicéridos totales. Esta es una noticia especialmente buena para las personas con alergias a los mariscos y los vegetarianos que no optan por el consumo de pescado y el aceite de krill.
Al igual que con la clase casi todos los otros suplementos en el mercado, no todos los estudios que han analizado las algas entregar resultados positivos. Una publicación que aparece en la edición enero 2012 de la Maturitas no demostró beneficios adicionales cuando se combina algas DHA con calcio y vitamina D en mujeres con osteopenia.
En pocas palabras, las de calcio y vitamina D de recibir solo vio las mismas mejoras en la estructura ósea que los que toman los nutrientes, además de 400 mg / día de DHA derivado de algas. Si bien decepcionante, es importante para identificar el verdadero potencial de todos los suplementos. En este caso, el aceite de algas no proporcionó apoyo adicional en relación con la salud ósea. Sin embargo, esta decepción puede dirigir a los investigadores en una dirección diferente que podría producir resultados más positivos en el futuro previsible.
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