- ¿En qué consiste?
El análisis de glucemia resulta indispensable, ya que es el único medio de afirmar o descartar una diabetes. Este examen de laboratorio es sumamente sencillo (consiste en una extracción de sangre en ayunas) y para nada oneroso.
También podrá efectuarse una prueba de hiperglucemia, provocada por vía oral. Este test consiste en hacer absorber rápidamente al individuo una gran cantidad de azúcar, siguiéndose luego (durante algunas horas) la evolución de los niveles de glucemia.
- ¿Cuáles son los valores normales?
Se puede considerar diabético a cualquier individuo con un valor de glucemia superior a 1,4 gramos de azúcar por litro de sangre (g/l). El valor normal está por debajo de 1 g/l. Si el resultado de glucemia está entre 1 y 1,4 g/l, deberá prestarse atención al cuadro.
- ¿Cada cuánto se debe realizar?
En situaciones normales, basta con una vez cada dos años. Si las cifras son dudosas (entre 1 y 1,4 g/l) el análisis se deberá practicar cada año. Los cuadros diabéticos requieren un control periódico.
- ¿Quiénes deben controlar su glucemia?
Los "sujetos en riesgo" que deben controlar su glucemia son las personas obesas, los hipertensos (la mitad de los diabéticos no insulinodependientes padecen esta enfermedad), los hiperlipidérmicos (individuos con valores elevados de lípidos en sangre), quienes posean un padre diabético, y las mujeres que han traído al mundo un bebé de más de cuatro kilogramos de peso (más aún cuando ellas posean un peso elevado).
Si bien sabemos que la diabetes es hereditaria (los investigadores están actualmente a punto de descubrir cuáles son los genes responsables) podemos afirmar que la misma suele manifestarse después de los 40 años, bajo el efecto de ciertos factores de desarrollo (como el sedentarismo y el sobrepeso, por ejemplo). Muchos de los pacientes que deben internarse descubren tener valores de glucemia cuando se les practica el hemograma de rutina. En efecto, esta enfermedad puede ser largamente "silenciosa" y manifestarse en un estado muy avanzado.
Se estima que en los países occidentales hay casi un dos por ciento de individuos afectados y tratados por la diabetes no dependiente de la insulina. Pero la mitad de estas personas ignoran que son portadoras de esta enfermedad. Dentro de estos casos se encuentra la "pequeña diabetes", una patología comparada con la diabetes insulinodependiente del adulto joven o de los niños, que no es grave si es controlada. Si usted está dentro del denominado "grupo de riesgo", hágase controlar. Y si usted es diabético, infórmeselo a sus parientes.
El análisis de glucemia resulta indispensable, ya que es el único medio de afirmar o descartar una diabetes. Este examen de laboratorio es sumamente sencillo (consiste en una extracción de sangre en ayunas) y para nada oneroso.
También podrá efectuarse una prueba de hiperglucemia, provocada por vía oral. Este test consiste en hacer absorber rápidamente al individuo una gran cantidad de azúcar, siguiéndose luego (durante algunas horas) la evolución de los niveles de glucemia.
- ¿Cuáles son los valores normales?
Se puede considerar diabético a cualquier individuo con un valor de glucemia superior a 1,4 gramos de azúcar por litro de sangre (g/l). El valor normal está por debajo de 1 g/l. Si el resultado de glucemia está entre 1 y 1,4 g/l, deberá prestarse atención al cuadro.
- ¿Cada cuánto se debe realizar?
En situaciones normales, basta con una vez cada dos años. Si las cifras son dudosas (entre 1 y 1,4 g/l) el análisis se deberá practicar cada año. Los cuadros diabéticos requieren un control periódico.
- ¿Quiénes deben controlar su glucemia?
Los "sujetos en riesgo" que deben controlar su glucemia son las personas obesas, los hipertensos (la mitad de los diabéticos no insulinodependientes padecen esta enfermedad), los hiperlipidérmicos (individuos con valores elevados de lípidos en sangre), quienes posean un padre diabético, y las mujeres que han traído al mundo un bebé de más de cuatro kilogramos de peso (más aún cuando ellas posean un peso elevado).
Si bien sabemos que la diabetes es hereditaria (los investigadores están actualmente a punto de descubrir cuáles son los genes responsables) podemos afirmar que la misma suele manifestarse después de los 40 años, bajo el efecto de ciertos factores de desarrollo (como el sedentarismo y el sobrepeso, por ejemplo). Muchos de los pacientes que deben internarse descubren tener valores de glucemia cuando se les practica el hemograma de rutina. En efecto, esta enfermedad puede ser largamente "silenciosa" y manifestarse en un estado muy avanzado.
Se estima que en los países occidentales hay casi un dos por ciento de individuos afectados y tratados por la diabetes no dependiente de la insulina. Pero la mitad de estas personas ignoran que son portadoras de esta enfermedad. Dentro de estos casos se encuentra la "pequeña diabetes", una patología comparada con la diabetes insulinodependiente del adulto joven o de los niños, que no es grave si es controlada. Si usted está dentro del denominado "grupo de riesgo", hágase controlar. Y si usted es diabético, infórmeselo a sus parientes.
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