Las sustancias afrodisíacas (o las consideradascomo ellas) son cuantiosas. Podemos hablar de las exóticas (el gingseng, el cuerno de rinoceronte), las refinadas (el caviar, las trufas), las alimentarias (las ostras, el apio), las de gusto fuerte (la pimienta, el curry), las alcohólicas (el vino de salvia y de romero, de los cuales Luis XIV tomaba dos jairas diarias), tambien de las sustancias peligrosas (drogas diversas, éxtasis, etc.), y de ciertos medicamentos bajo receta.
En resumen, existen centenares de productos afro-erótico-exótico-placebo-disíacos. Si después de siglos todavía hoy hablamos de productos que poseen la cualidad de ser excitantes sexuales, lo menos que podemos hacer es preguntarnos acerca de cuáles son, por qué y cómo actúan.
"Esto se explica por el hecho de que el hombre y la mujer poseen una concepción absolutamente distinta de la relación sexual." , explica el doctor en urología y andrología Pierre Attignac. "Para una mujer, priman la ternura, las caricias, y los juegos
previos. Por el contrario, la gran mayoría de los hombres no conciben las relaciones carnales sin penetración.
El hombre no se siente excitado sexualmente sino a través de su pene, y por ello la erección no debe fallar." , sostiene el especialista. Las razones por las que estos individuos deben recurrir a los afrodisíacos son básicamente dos: la primera, para paliar un auténtico problema de erección, que puede ser permanente o irregular.
La ingesta afrodisíaca consiste de modo primordial en un tratamiento de impotencia. Pero algunos hombres pueden también utilizar los afrodisíacos, simplemente para lograr un buen rendimiento, porque temen no estar capacitados sin la ayuda de algún producto, y piensan que sólo una erección perfecta y durable podrá satisfacer a su compañera.
Entonces recurren a los afrodisíacos, o a las sustancias consideradas como tales, porque sólo de esa manera creen poder prolongar la erección, retardar la eyaculación o aumentar el deseo sexual.
En resumen, existen centenares de productos afro-erótico-exótico-placebo-disíacos. Si después de siglos todavía hoy hablamos de productos que poseen la cualidad de ser excitantes sexuales, lo menos que podemos hacer es preguntarnos acerca de cuáles son, por qué y cómo actúan.
"Esto se explica por el hecho de que el hombre y la mujer poseen una concepción absolutamente distinta de la relación sexual." , explica el doctor en urología y andrología Pierre Attignac. "Para una mujer, priman la ternura, las caricias, y los juegos
previos. Por el contrario, la gran mayoría de los hombres no conciben las relaciones carnales sin penetración.
El hombre no se siente excitado sexualmente sino a través de su pene, y por ello la erección no debe fallar." , sostiene el especialista. Las razones por las que estos individuos deben recurrir a los afrodisíacos son básicamente dos: la primera, para paliar un auténtico problema de erección, que puede ser permanente o irregular.
La ingesta afrodisíaca consiste de modo primordial en un tratamiento de impotencia. Pero algunos hombres pueden también utilizar los afrodisíacos, simplemente para lograr un buen rendimiento, porque temen no estar capacitados sin la ayuda de algún producto, y piensan que sólo una erección perfecta y durable podrá satisfacer a su compañera.
Entonces recurren a los afrodisíacos, o a las sustancias consideradas como tales, porque sólo de esa manera creen poder prolongar la erección, retardar la eyaculación o aumentar el deseo sexual.
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