Elaborar una dieta rica en fibras no es sinónimo de torturarse comiendo alimentos desagradables en horarios extraños. Todos podemos incorporar las fibras a nuestros menúes cotidianos, sin necesidad de variar demasiado la estructura de las comidas. Si usted no es afecto a desayunar con cereales, no lo haga.
Puede comerlos en el almuerzo, en la cena, o bien entre comidas. Para ingerir alimentos ricos en fibra, puede probar toda clase de cereales integrales, con sus derivados.
Pero también toda clase de hortalizas y legumbres, especialmente zanahorias, apio, espinaca, remolacha, repollo, porotos, garbanzos y cebolla.
Muchas frutas son ricas en fibras: entre ellas podemos destacar a las frutillas, el kiwi, la uva, la pera y la naranja. Las frutas secas también poseen abundantes fibras.
El maní, las semillas de sésamo, las almendras, el coco y todas las semillas son ideales para mantener una dieta nutritiva y, además, sabrosa nos la piel, los músculos y los nervios, en comparación con la tradicional cirugía abierta, con sus largas incisiones y cicatrices.
La hospitalización, si fuera del todo necesaria, es generalmente más corta que en procedimientos abiertos. Lo más importante para los pacientes es que la cirugía mínima causa menos dolor y, habitual-mente, les permite retornar al trabajo e incluso realizar tareas extenuantes en unos días en vez de semanas.
Puede comerlos en el almuerzo, en la cena, o bien entre comidas. Para ingerir alimentos ricos en fibra, puede probar toda clase de cereales integrales, con sus derivados.
Pero también toda clase de hortalizas y legumbres, especialmente zanahorias, apio, espinaca, remolacha, repollo, porotos, garbanzos y cebolla.
Muchas frutas son ricas en fibras: entre ellas podemos destacar a las frutillas, el kiwi, la uva, la pera y la naranja. Las frutas secas también poseen abundantes fibras.
El maní, las semillas de sésamo, las almendras, el coco y todas las semillas son ideales para mantener una dieta nutritiva y, además, sabrosa nos la piel, los músculos y los nervios, en comparación con la tradicional cirugía abierta, con sus largas incisiones y cicatrices.
La hospitalización, si fuera del todo necesaria, es generalmente más corta que en procedimientos abiertos. Lo más importante para los pacientes es que la cirugía mínima causa menos dolor y, habitual-mente, les permite retornar al trabajo e incluso realizar tareas extenuantes en unos días en vez de semanas.
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